Continuando con la biblioteca de recursos útiles para tu día a día, hoy venimos para traer una herramienta muy útil para nuestra rutina: las excusas.
Desde el Petutall sabemos que en el fondo el concepto «excusa» es un tema tabú, pero todo el mundo las utiliza, es por ello por lo que queremos democratizar su uso y os ofrecemos una amplia lista de ellas. La clásica excusa de «estoy enfermo» o «mi perro se ha comido el Google Docs» te puede servir una vez, pero si tu plan está en perseguir la soñada libertad con una buena base de excusas con estilo, credibilidad, y lo mas importante: excusas completamente respetables y con situaciones que nos pueden ocurrir a cualquiera.
Te aconsejamos encarecidamente tener a mano esta guía. Asegúrate de sonar convincente y menciona algunos síntomas específicos. Y ahora sí, te dejamos a continuación las 12 excusas:
- Me duele el párpado: «El dolor de párpado me impide abrir correctamente los ojos»
- Tengo amnesia temporal: «No recuerdo dónde vivo ni cómo llegar al trabajo. Me siento muy desorientado»
- Alergia a la oficina: «Entro a la oficina y empiezo a estornudar sin parar, creo que soy alérgico»
- Olvidé mi agenda: «me dejé la agenda en la oficina y no se qué tengo que hacer hoy, está todo en mi agenda»
- Síndrome de fin de semana: «no puedo ir a trabajar porque siento muy profundamente que es sábado o domingo»
- Se me rompió el despertador: «cuando desperté a las 17h me fijé que el despertador estaba roto y por eso no me pude despertar para ir a la oficina»
- Sueño premonitorio: «Tuve un sueño premonitorio en el que me sucedía algo terrible si iba a trabajar hoy, no puedo arriesgarme.»
- Tengo el síndrome de cejas sexys: «no puedo parar de subir y bajar las cejas y el resto de empleados se me acercan de forma intimidante intentando ligar conmigo, no puedo concentrarme así»
- Me he quedado sin papel en el váter: «hice caca, no me di cuenta de que no quedaba papel y sigo aquí sentado»
- Hormiga desafiante en el camino: «Hay una hormiga con mirada desafiante a la salida de mi casa y no puedo salir»
- No me terminé las lentejas: «Mi madre me ha dicho que hasta que no me termine las lentejas no puedo levantarme de la mesa»
- Las sábanas me han secuestrado: «las sábanas se enroscan en mi cuerpo como serpientes y no me dejan salir de la cama»
Y tú que lees… ¿conoces alguna excusa convincente que no hayamos dicho? cuéntanosla en los comentarios. Y si utilizas alguna de las excusas mencionada, también nos interesa conocer tu historia.
Letra pequeña: Aviso legal: El uso de estas excusas no está regulado por ninguna entidad reguladora que regule las regulaciones regulables con reglas regladas, es importante comprender los riesgos de su uso y utilizar las excusas con responsabilidad y auténtico descontrol.